martes, 26 de agosto de 2014

Jesús o el dios de los pobres.

¿Habrá una religión más política que el cristianismo?

Es una pregunta que me hago cada cierto tiempo y a pesar de no cambiar la respuesta, de pronto aparecen nuevas ideas que me llevan a reafirmarla.

El cristianismo nace en la esperanza judía mesiánica, en donde un descendiente de un rey legendario, los conduciría a la victoria ante una potencia extranjera imperialista que los dominaba. Toda la tierra fértil donde el cristianismo nace es una mezcla explosiva de fe y política. La tradición judía inicia en el profetismo esta amalgama indisoluble. Los profetas del Antiguo Testamento, hablaban en nombre de Dios, y su discurso estaba enfocado a denunciar las injusticias sociales del Antiguo Israel, la opresión, la injusticia, el sometimiento de los débiles a manos de los poderosos, era el contenido de la profecía en boca de sus profetas, quienes hablaban en nombre de Dios[i]. Amós, a pesar de ser un profeta menor, es el paradigma del profetismo hebreo, por la calidad de su denuncia contra la opresión en contra de los reyes de Israel.
En donde se aprecia con mayor fuerza el carácter político de la revelación de Dios, es en el éxodo. Dios libera a un grupo de esclavos oprimidos por la potencia dominante de la época[ii]. Es decir, el dios de la biblia (y del cristianismo) se manifiesta activamente según el relato, en contra de la opresión política. Según esto, el dios de la biblia es un dios que se combate activamente dentro de la historia para actuar políticamente a favor de un grupo, los marginados.

En virtud de lo anterior, la lectura que hacemos de los evangelios, donde Jesús proclama que “El Reino de Dios está cerca”, es una lectura política. Jesús está anunciando que el dios de la biblia, nuevamente intervendrá, ¿pero a favor de quién? La actividad de Jesús se centró en los lisiados, enfermos, extranjeros, publicanos, prostitutas y pobres, es decir, dentro de los marginados de Israel y del Imperio Romano. ¿Es éste un anuncio, de que Dios se manifestará a favor de los excluidos, otra vez como en el éxodo?
El desenlace de Jesús en la cruz[iii], es el resultado directo de su actividad política, ¿no es acaso el episodio de la expulsión de los mercaderes del templo, un acto de rebelión en contra del poder establecido?
Otro mensaje muy político, fue el que las comunidades post pascuales[iv] introdujeron en el relato de Jesús tras la resurrección.

-               Jesús al resucitar, se sitúa más allá del poder político que lo condenó a la muerte
-      Jesús, al resucitar, es puesto en oposición al máximo poder temporal, el emperador de Roma, quien ostentaba el título de “Divo filis”[v].
-               Jesús al resucitar, entrega un mensaje de esperanza a sus seguidores, ya que confirma, como en el éxodo, la intervención de Dios y su decidida actuación por los marginados.

Pero la guinda de la torta, es puesta por el apóstol Pablo, quien en sus cartas auténticas[vi] dice que “ya no hay judío ni griego”[vii], convirtiendo al mensaje cristiano, no solo en la lucha de unos pocos marginados por el reconocimiento a sus dignidad como ser humano, sino que ésta se vuelve universal, en la cual no solo los marginados quieren recuperar su dignidad, sino que quienes son más afortunados, hacen propia esa lucha devolviendo la dignidad a los desposeídos[viii].
El cristianismo desde sus orígenes, es una poderosa fuerza política, que se resumen en los siguientes 10 puntos:

- La concepción hebrea de la historia, es una historia con un futuro abierto, distinto a la concepción griega cíclica de la historia.
- El Dios de la Biblia, es un Dios que reclama justicia, y solo puede ser conocida por el que ejerce la justicia.
- La fe de Israel, está basada en el evento liberador sociopolítico, cuando huyeron del explotador Egipto en el éxodo.
- El Reino de Dios, es un reino para los hombres, los oprimidos, rechazados, y explotados, y no tolera ningún orden social que altere la relación de ricos y pobres.
- Este reino, sin pre existencia, se devela de los acontecimientos históricos de Israel, bien leídos por los profetas y Jesús.
- El pecado, es la corporización del egoísmo y la injusticia del hombre, en la estructura sociopolítica y económica.
- La fe, es una actitud de esperanza y compromiso, con este Reino de Dios. Es una práctica de liberación histórica y política.
- La fe no es una ideología. Debe estar en concordancia con los intereses de los pobres del Reino de Dios.
- La verdad de la fe, es lo que se hace, con amor, para la liberación del hombre y la construcción del Reino.
- La moral hebreo-cristiana, busca lograr la liberación del hombre y establecer la justicia de los desposeídos".

Solo seremos cristianos en la medida que podamos deprendernos del egoísmo y nos pongamos de lado del desposeído, en palabras de Desmond Tutu[ix]: "No puedo imaginar al Señor que yo adoro, este Jesucristo, estando de acuerdo con la persecución de una minoría que ya está siendo perseguida. El Jesús que yo adoro es un Jesúcristo estuvo siempre al lado de los que eran tratados con injusticia y se metió en problemas debido precisamente a ésto".






[i] “Nabih” en hebreo נְבִיא.
[ii] Egipto, aunque la historicidad del éxodo no es tema en discusión.
[iii] Jesús es juzgado y condenado por la aristocracia sacerdotal y laica de Jerusalén y por la autoridad romana. “Jesús, aproximación histórica”, José Antonio Pagola, Editorial Claretiana.
[iv] Se le llama post pascual, a las interpretaciones del Cristo que surgen tras la resurrección, en este caso específico, a la redacción de los evangelios, redactados varios años luego de la muerte de Jesús.
[v] Hijo de Dios.
[vi] La Crítica estima que las cartas de Romanos, 1 y 2 Corintios, 1 de Tesalonicenses, Gálatas, Filipenses y Filemón, son cartas escritas auténticamente por Pablo, el resto de las cartas que se le atribuyen son escritas de manera seudónima en fechas posteriores a su muerte.
[vii] Gálatas 3:28
[viii] Concepto de honor y vergüenza en los pueblos mediterraneos.
[ix] Arzobispo anglicano de Ciudad del Cabo y Premio Nobel de la Paz en 1984.