domingo, 28 de diciembre de 2014

El día de los santos inocentes.

Hoy se celebra en el mundo cristiano el día de “Los santos inocentes”, instaurado para conmemorar la matanza de niños menores de dos años, relatados en el evangelio de Mateo 2:13-23, evento al cual tradicionalmente se le toma como histórico.

El escritor del evangelio de Mateo conocía muy bien las tradiciones hebreas y sus escrituras, ya que se esfuerza durante todo el evangelio de mostrar a Jesús como el Mesías esperado por los judíos, y a la vez como un nuevo Moisés, esfuerzos que son bastante evidentes al realizar una lectura atenta y comparada tanto del libro de Éxodo como del evangelio de Mateo.



Ambos libros comienzan con sendas genealogías, en el caso de Éxodo, la genealogía mítica del pueblo de Israel desde que José y sus hermanos se asentaran en Egipto, en cambio en Mateo, la genealogía se encarga de conectar el nacimiento de Jesús con el linaje davídico, y con la historia de salvación que hasta ese momento había experimentado el pueblo de Israel. Luego relatan el nacimiento, tanto de Moisés como de Jesús, y, culminan con una “salvación milagrosa del peligro”.

Hay una perícopa en Éxodo que no tiene sentido con el resto del relato, que es Ex 1: 15-22, la cual solo sirve para justificar la matanza de niños posterior. En Mateo, pasa exactamente lo mismo. La perícopa que funciona como “ilativo” es la denominada de “los reyes magos”. Tanto las parteras de Éxodo, como los magos orientales de Mateo, son entrevistados por el faraón/rey y en ambos casos, el gobernante ordena una matanza de niños para acabar con el “niño profetizado” que pone en riesgo la estabilidad del trono.

En Éxodo, los niños son asesinados por el ejército egipcio, y en el evangelio, por el ejército de Herodes.

Moisés es salvado al ser puesto en una cesta y es encontrado, paradójicamente, por la hermana del faraón, quien lo cría como propio. Por otra parte, José es alertado en sueños de la orden de Herodes y huye ¡a Egipto! Ambos personajes, son salvados por los egipcios y de manera milagrosa. Mateo copia muy bien el relato del Éxodo y lo reescribe en la figura de Jesús.



Es decir, el relato de los santos inocentes no tiene como fin relatar un evento histórico, sino establecer un paralelo narrativo y teológico entre Moisés y Jesús.

Ahora saliéndonos de la biblia, y consultando a historiadores de la época, es absolutamente inverosímil darle historicidad al relato de los santos inocentes, no hay registros de que haya ocurrido efectivamente.

Las únicas matanzas perpetradas por Herodes registradas en la historia que podrían haber inspirado este relato son unos dichos de Octavio Augusto sobre él:

"Mejor ser su cerdo que su hijo", refiriéndose a la prohibición judía de comer cerdo y a los hijos de Herodes, Aristobulus y Antipater, asesinados por su propio padre en los años 7 y 4 A de C.


Tampoco la ausencia de evidencia es evidencia, pero por lo menos podemos plantear una duda razonable sobre el evento relatado. Ya el dios del Antiguo Testamento tiene una reputación muy mala como para adjudicarle el no haber evitado estas matanzas. Es más plausible que ocurrieron solo dentro de lo literario para, como mencioné anteriormente, reescribir la historia de Moisés, libertador de Israel en la figura de Jesús, un nuevo Moisés.