domingo, 9 de noviembre de 2014

¿El dogma o el Ser Humano?

Hace días reflotó en Chile el debate sobre la despenalización del aborto, a raíz del caso de una niña de 13 años quien fue violada en reiteradas ocasiones y como resultado, quedó embarazada. El bebé falleció a las 19:07 del viernes 07 de noviembre a las pocas horas de nacer, ya que nunca fue viable su desarrollo debido a una cardiopatía congénita.[i]

El desarrollo del tema es largo, y tiene múltiples aristas desde las cuales abordarlo.

Lamentablemente, cada vez que en Chile se plantea algún tema que riña con la carga valórica de las confesiones religiosas presentes en el país, se produce un diálogo de sordos donde cada grupo, de manera dogmática se encierra en sus posturas y el debate se estanca, produciendo un anquilosamiento en las ideas, similar a la guerra de trincheras de la Primera Guerra Mundial, donde cada bando está parapetado en su posición y el avance es nulo (aunque esto es justo lo que propone el sector conservador, mantener el status quo).

Pues resulta que para ambos bandos, lo que menos importa es la niña que fue violada, es más importante defender su dogma ideológico que socorrer a un infante. Vivimos en un país donde se le enseña a las mujeres a no ser violadas, en vez de enseñar a los hombres a no violar, donde el machismo y la cultura patriarcal afecta el desarrollo psicológico de ambos sexos.



Debemos entender que la existencia de violaciones, de niñas embarazadas, y de abortos ocultos, son consecuencia del fracaso de nuestra sociedad, fracaso del que todos debemos hacernos partes, ya seas conservador pro-vida, o defensor de los derechos reproductivos.



Honestamente, mi propio pensamiento respecto al aborto importa poco, al igual que el suyo estimado lector. Lo único que debiera importarnos, es como evitamos que situaciones como estas ocurran, como evitamos que haya violadores, como evitamos que una niña de 13 años se embarace contra su voluntad, como le evitamos a la niña el sufrimiento de saber que el producto de su embarazo está destinado a la muerte tal como ocurrió.

Lo que me lleva a plantear la siguiente pregunta, ¿es más importante mi dogma ideológico, moral o religioso, qué el sufrimiento, en este caso, de dos seres humanos?, asistimos a un caso donde hay dos víctimas, una niña violada en reiteradas ocasiones, que debió afrontar un embarazo en contra de su voluntad, y un bebé que falleció a las pocas horas de nacido.

Desde mi punto de vista, creo que lo más importante sobre el tema que trato, no es lo que pensemos nosotros, sino lo que piensen los involucrados, los únicos afectados con todo esto. Creo que en virtud de la violación, y de la inviabilidad del feto, la niña (menor de edad) al menos debió tener la oportunidad de elegir si querer llevar adelante su embarazo o interrumpirlo. Pero es una decisión compleja, que sus padres debían tomar por ella, dada la condición de menor de edad de la principal involucrada. Y con esto no quiero decir que el bebé sea un desecho, o que al abortar no se generen nuevos traumas y heridas, las decisiones deben ser tomadas de manera responsable y pensando en el máximo bienestar y en el mínimo de daños. Un niño jamás será un producto de desecho, pero en lo particular, ¿habría sido más humano acortar la agonía?



No hay dogma religioso, moral o ideológico que sea más importante que las personas. Al menos es lo que se desprende de la lectura atenta de los evangelios. En todas las narraciones de los evangelios, el centro de la acción de Jesús fue siempre el Ser humano.

Una breve perícopa[ii] en Marcos[iii] nos ejemplifica lo anterior:

“Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano.
Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle.
Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio.
Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban.
Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana.
Y salidos los fariseos[iv], tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle”

Para los fariseos del texto, era más importante defender su dogma particular sobre guardar el sábado, que sanar a un hombre y despojarlo de su dolor y sufrimiento. Y es justo esa la hipocresía denunciada por el evangelio. La religión, la fe, los poderes de dios, según vemos en los relatos evangélicos, están para ayudar al hombre; pero el hombre ha hecho que la religión, y todo lo que tiene relación con dios, se sirva del hombre en vez de ayudarlo.



Es por esta razón que creo que debemos asumir, que nuestros dogmas, nunca serán más importantes que el prójimo, verdadero motivo de la Revelación.




[i] http://www.emol.com/noticias/nacional/2014/11/08/688996/confirman-fallecimiento-de-bebe-de-nina-de-13-anos-violada-en-carahue.html

[ii]Perícopa (del griego περικοπηpericopé, "corte") la denominación de cada uno de los pasajes de la Biblia que han adquirido gran notoriedad por leerse en determinadas ocasiones del culto religioso” «perícopa», Diccionario de la lengua española (22.ª edición), Real Academia Española, 2001.

[iii] Marcos 3: 1-6

[iv] “Jesús dirigió sus más agudas críticas contra la secta de los fariseos, surgida en el mal llamado periodo intertestamentario. En primer lugar los fariseos pusieron más peso y autoridad en la ley oral que en la mosaica, la que Jesús dijo que era la ley de dios. Segundo, los fariseos mismos no querían cumplir con las leyes que imponían sobre los demás. Tercero, parecían, como clase religiosa, estar mucho más preocupados por su apariencia externa que por los asuntos internos de la fe religiosa. Finalmente, menospreciaban a los extranjeros ya la gente corriente de su propia nación”. “Diccionario de creencias, religiones, sectas y ocultismo”, George A. Mather y Larry A. Nichols, Editorial Clie, 2001.